El día de la inauguración de la Hemeroteca llamada “Aníbal de Antón”, la presidenta, de ese entonces, de la Comisión Directiva de la Biblioteca, escribión un poema edicado a quien llevaba el nombre de la Hemeroteca; Aníbal de Antón.
La lluvia torrencial del 6 de Junio
Había cesado
Un poema visual se cierne sobre el horizonte
Tiñendo en gris la fuga de las nubes
Es el ocaso del sol el que las pinta para el niño
Pero el niño no las ve
Ensaya la neblina una sonrisa melancólica
En la copa de los árboles y en el río
Pero el niño no las ve
Del barro a la luna, se oye un canto
Que susurran las alas de los pájaros
Gorriones de humo se esfuman en el viento,
Hay soledades que se alquilan en muchos cuartos
Un aire de fueye, sale de una ventana
Como una oda final para Carlitos.
Ese día, las calles, las cosas, la gente
Le regalan al niño las voces q aun no tiene
Todas están allí expectantes
Los duendes de la madrugada, el viejo peluquero
La naranja, la calesita, la tinta de imprenta,
El baldío, la fragua, el semáforo, la taberna
La postal de antaño, el artesano dormido
La plaza de barrio, el romance de Juan obrero
Todos los esperan para mostrarle
Sus corazones recónditos
Porque ha nacido el poeta.
Susana Oroz